Con la publicación de Hablar en público (1) me han llegado muchas comunicaciones vía correo electrónico y redes sociales en las que se comentaba la utilidad del artículo. Al mismo tiempo, me solicitaban unas pautas básicas y prácticas para abordar de manera exitosa esta competencia.
A continuación y sin ningún tipo de exhaustividad, os enumero los veinte puntos sobre los que debemos poner foco a la hora de realizar una buena comunicación oral ante un auditorio (aspectos físicos, puesta en escena o contenidos).
- Transmitir ideas claras. Realizar una exposición focalizada en lo que queramos contar. Soslayar los circunloquios vacíos.
- Utilizar un esquema que organice toda la sesión. Establecer un orden apoyándose en un índice que sitúe a los asistentes.
- Intercalar pequeños resúmenes durante la exposición de manera que nadie pierda el hilo de la argumentación. Servirse de un mapa mental.
- Apoyarse en una proyección o presentación que sustente el mensaje que queramos transmitir. Poned sencillez en la elaboración.
- Calentar la voz: cantar en voz alta camino del evento para que no existan problemas de fonación.
- Ensayar la puesta en escena con un compañero. Grabar esa prueba y analizarla para detectar tics, muletillas o ideas que no se comprenden.
- Buscar cómplices entre las personas del auditorio que refuercen la exposición. Situar a alguien de confianza próximo a nosotros.
- Evitar la improvisación. Es un recurso que sólo podemos emplear si dominamos perfectamente el tema.
- Conocer el público destinatario de la exposición para adaptar a él contenidos, ideas o recursos en escena.
- Ser sencillos a la hora de hablar. Huir de los tecnicismos, a no ser que sea una charla especializada, ya que nos hace parecer pedantes.
- No leer nunca una presentación. Es una falta de respeto hacia el público haciéndole perder el tiempo y menospreciando sus capacidades.
- Cuidar el lenguaje no verbal: la forma de vestir, el movimiento de las manos, los gestos del rostro, los desplazamientos por el estrado…
- Pautar el tiempo que durará la exposición, incluyendo posibles descansos, y notificarlo a los asistentes.
- Transmitir alegría al comunicar. El mensaje emitido con tono positivo siempre arraiga mejor en el auditorio.
- Chequear si estamos llegando al público. Lanzar preguntas que corroboren esto pero evitando personalizar en alguien concreto.
- Evitar las muletillas y las palabras malsonantes. No todo el mundo entiende de la misma manera nuestro lenguaje.
- Reconocer los errores, si es que se producen, abordándolos con total naturalidad y pidiendo disculpas.
- Pedir opinión cuando hemos finalizado para testar cómo ha ido el desarrollo de la exposición.
- Repasar y preparar (hasta tres veces) para pulir cualquier fleco que pueda surgir.
- A modo de resumen, las personas que temen hablar en público sufren de glosofobia. Es algo que se puede trabajar para mejorar y lograr un dominio de esta habilidad. En una sociedad en la que prima la comunicación, este es un asunto prioritario en los ámbitos laborales y educativos.
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